PROCESO DE BAJA CALIDAD PARA ELEGIR A TITULAR DE LA CNDH

PROCESO DE BAJA CALIDAD PARA ELEGIR A TITULAR DE LA CNDH

4 de noviembre de 2014

Luego que el Senado publicará la convocatoria para elegir al titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Así se ha desarrollo el proceso.

Durante el periodo de registro –del 20 al 22 de octubre-, 40 personas se inscribieron como aspirantes al cargo. De estos sólo 21 fueron considerados para comparecer. Para saber cómo se realizó este proceso de depuración, las organizaciones civiles y los ciudadanos no contamos con ninguna información pues, fuera de los nombres, la documentación presentada por los candidatos y candidatas no fue pública. Las Senadoras y Senadores de las Comisiones de Derechos Humanos y Justicia decidieron sin asomo de mínima transparencia.

El último día de registro llegaron varios presidentes de Comisiones Estatales de Derechos Humanos a proponer la candidatura de Raúl Plascencia y traían consigo 16 cajas que contenían miles de cartas de apoyo de supuestas organizaciones defensoras de derechos humanos. Lo primero que llama la atención es que quienes son pares del actual presidente de la CNDH actúen como sus súbditos y acepten ser usados para un registro vergonzoso. La segunda nota es la arrogancia que implica llegar con cajas que contenían miles de supuestas carta de apoyo y donde aparecen organizaciones como la Confederación Mexicana de Limitados Físicos y Representantes de Deficientes Mentales; organización cuyo nombre es incluso contrario a los derechos humanos de las personas con discapacidad. Valga decir que estas cartas no deben tener ninguna relevancia en la decisión final.

El lunes 27 de octubre las Comisiones del Senado responsables realizaron una audiencia pública en donde participaron 13 organizaciones que respondieron a las siguientes preguntas planteadas por las senadoras y senadores: “retos qué debe enfrentar la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, cómo se puede garantizar el cumplimiento de sus funciones y cuáles son las características de un perfil idóneo para su Presidencia.” Conviene señalar que durante la audiencia las organizaciones, de manera sucesiva, presentaron sus puntos de vista pero no existió ningún tipo de intercambio y entonces resulta imposible saber si esa audiencia tuvo algún sentido en el proceso de elección.

A lo largo del martes 28 y jueves 30 de octubre se realizaron las comparecencias de las 21 personas seleccionadas. A continuación presentamos algunos aspectos relevantes de las mismas.

1.- Las Comisiones Unidas en ningún momento hicieron públicos los criterios para evaluar a los postulantes: trayectorias, planes de trabajo, comparecencias y respuestas a las preguntas de parte de los senadores y organizaciones de la sociedad civil. Cabe señalar que Artículo 19 y Fundar previo a las comparecencias hicieron llegar a los senadores la propuesta de un instrumento técnico con el cual se podría evaluar a los candidatos en los ejes descritos pero nunca se comprometieron a usarlo.

2.- Al inicio del segundo día, 30 de octubre, el primer compareciente fue Luis Modesto Ponce de León Armenta, quien no figuraba en la lista original de los 21 candidatos publicada el 24 de octubre en el micro sitio de la Comisión de Derechos Humanos del Senado. ¿Cuál fue la razón de esta incorporación? ¿Por qué nunca hubo una explicación pública? ¿La lista de candidato publicada era definitiva o estaba sujeta a cambios arbitrarios?

3.- El interés de los senadores por algunos candidatos fue evidente, lo mismo que el desdén por otros. El martes 28 de octubre las comparecencias terminaron casi una hora antes de lo previsto porque los senadores no formularon preguntas para la mayoría de los comparecientes. El jueves, por lo contrario, se extendieron 4 horas más de lo planeado, pues a varios de los candidatos le hicieron muchas preguntas y se requirió más tiempo para las respuestas. Dado como sucedieron las comparecencias se puede pensar que el interés demostrado podría ser indicativo de la posibilidad política de los candidatos. ¿No hubiera sido entonces mejor hacer una selección previa más exigente y dedicar mayor tiempo a comparecencias más rigurosas?

4.- Particularmente, en la comparecencia de Raúl Plascencia Villanueva se perdió por completo el tema de la evaluación de su desempeño. Preguntarle ¿qué hubiera hecho diferente? o ¿que podría hacer que no hubiera hecho? no es evaluar.

Hechos como los aquí narrados dan cuenta de un proceso poco cuidado y donde las comparecencias parecen un mero trámite.

Ahora estamos en el momento en que se debe determinar quiénes serán las personas que integren la terna que se presente al pleno del Senado y aquí aparece de nueva cuenta la mayor interrogante. ¿Cuáles serán los criterios bajo los que los senadores y senadoras evaluarán cada candidatura y determinarán las mejores? Esos criterios no existen y si existen no son públicos, es decir es perfectamente posible que se tome una decisión arbitraria y resultado de la negociación política. Entonces si quienes integran las comisiones responsables de preparar la elección quieren que ésta sea cualificada y aporte a la legitimidad de la CNDH, están obligadas a realizar, cuando menos, los siguientes pasos:

• Presentar públicamente los criterios que usarán para calificar los méritos de cada aspirante.
• Realizar la aplicación de esos criterios y publicar los resultados de manera que sea transparente cómo elegirán a los mejores perfiles.
• Exponer y explicar claramente en su dictamen las razones para no realizar la consulta pública y transparente así como la justificación respecto que las personas propuestas tienen los méritos suficientes para estar al frente de la CNDH y reorientar a la institución.

Ya he mencionado que un par de organizaciones ofrecieron un instrumento para evaluar a los candidatos. Con base en esta herramienta el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia ha realizado su propia evaluación de quienes comparecieron y a partir de mañana estaremos dando a conocer este trabajo.

El hecho que la democracia mexicana sea de baja calidad trasciende a toda nuestra realidad socio política y lo que suceda con la CNDH tiene el mismo sello. Por supuesto que tal estatus se puede cambiar, ¿querrá y podrá hacerlo el Senado?

Edgar Cortez
@edgarcortezm