Homún solicita protección de la Justicia Federal

Comunicado del grupo Ka’anan Ts’onot

Graves irregularidades en Manifestación de Impacto

Ambiental (MIA) autorizada por Seduma

para mega granja porcícola en Zona de Cenotes

 

Firmada por una dentista y no por alguna especialista en el tema, la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por la empresa que pretende instalar una mega granja porcícola en Homún y autorizada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA) no incluye un análisis de hidrología y suelo en el predio del proyecto, no considera la emisión de olores como uno de los impactos al Medio Ambiente, ni siquiera precisa que el proyecto a desarrollarse se encuentra en el área natural protegida de la Reserva Geohidrológica Anillo de los Cenotes y sostiene que “no se encuentra ningún pueblo indígena en el área de la zona”, entre otras irregularidades expuestas en la demanda de amparo presentada ayer ante los juzgados de distrito con sede en Mérida.

Habitantes de Homún solicitamos la protección de la Justicia Federal precisamente en contra de la Resolución de la SEDUMA que autorizó la Manifestación de Impacto Ambiental a la empresa Producción Alimentaria y Porcícola (PAPO), a pesar de encontrarse en la zona de recarga del área protegida denominada “anillo de los cenotes”, a pesar de que no se nos consultó a los pueblos afectados y a pesar de que el proyecto consiste en una mega granja porcícola, es decir, de dimensiones mayores.

Homún es un pueblo maya de tradiciones ancestrales. Sin embargo, la MIA aprobada por SEDUMA sostiene, en el rubro de impacto social, que “en el desarrollo del proyecto no se impactarán pueblos indígenas ya que no se encuentra ningún pueblo indígena en el área de la zona.”

Ante el riesgo que representa una mega granja porcícola, habitantes de Homún nos constituimos en una organización para proteger el agua y defender nuestro territorio y nuestros derechos como pueblo maya; nos denominamos Ka’anan Ts’onot o Guardianes de los Cenotes y hemos realizado diversas acciones, entre ellas la auto consulta que se llevó al cabo el 8 de octubre pasado, consulta que las autoridades omitieron hacer y en la que más de setecientas personas de nuestro pueblo se opusieron a la instalación de la mega granja porcícola. Ese resultado se presentó al gobierno de Yucatán el 25 de octubre pasado exigiendo detener el proyecto, sin embargo, a pesar de la promesa de responder en una semana, hasta hoy no hemos recibido ninguna comunicación al respecto.

La consulta resultaba indispensable frente al riesgo de que la  actividad de dicha granja, con una producción de 45 mil cerdos, podría generar un impacto significativo a nuestra comunidad, dado que la región se encuentra dentro del denominado “anillo de los cenotes”, y es el corazón de la reserva geohidrológica protegida por el decreto 117 de 28 de octubre de 2013 publicado en el Diario Oficial del estado, lo que representa, cuando menos dos tipos de riesgo ambiental y cultural:

a) un riesgo de destrucción y/o contaminación del ambiente tradicional y

b) impactos negativos sanitarios, lo que además afectaría diversas actividades culturales, económicas y sociales de la comunidad.

Entretanto, también solicitamos a la SEDUMA la Manifestación de Impacto Ambiental presentada por la empresa y autorizada por esa dependencia en agosto pasado. Seduma, sin embargo, se demoró ante la petición y entregó los documentos solicitados apenas en octubre.

La MIA, cuya aprobación ahora se combate mediante amparo, reconoce la vulnerabilidad del acuífero y las condiciones de suelo que lo hacen vulnerable cuando plasma “Gran parte de la precipitación pluvial se infiltra en el subsuelo (…) El acuífero de la Península de Yucatán es altamente vulnerable a la contaminación debido a la gran cantidad de fisuras y conductos de disolución que se encuentran en el subsuelo y que permiten la infiltración de todo tipo de aguas con mucha facilidad.”

Inicialmente, el Ayuntamiento autorizó el cambio de uso de suelo a la empresa. Sin embargo, ante la inconformidad manifiesta de los habitantes de Homún, el cabildo revocó dicha autorización.

SEDUMA, de manera extraña, ha autorizado un proyecto por la promesa de que contará con “tecnología de punta” a pesar de que el Manifiesto de Impacto Ambiental presentado por la empresa es deficiente y exhibe debilidades, carencias e irregularidades.

En la demanda de amparo se expone que en el rubro PLANTA DE TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES, la infraestructura que se describe muestra carencias técnicas e información sin sustento. El sistema de tratamiento que manifiestan será usado ‘es la eficiencia de un sistema similar’, sin que exista referencia del sistema que menciona.

El documento en el que se precisan las características de la planta NO CUENTA CON FIRMA Y NOMBRE DE AUTORÍA O RESPONSABLE DEL MISMO, TAMPOCO SUSTENTA LAS CIFRAS QUE PROPORCIONAN SOBRE LA EFICIENCIA QUE SU SISTEMA DE TRATAMIENTO TENDRÁ CON RESPECTO A LOS YA EXISTENTES; NO HAY RESULTADOS DE ESTUDIOS DE AGUAS TRATADAS CON SU SISTEMA REALIZADOS POR LABORATORIOS CERTIFICADOS O UNIVERSIDADES DE PRESTIGIO.

De igual manera, LAS CONCLUSIONES PRESENTADAS EN EL DOCUMENTO JUSTIFICATIVO PARA LA PLANTA DE TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES SON UN PLAGIO DE LAS CONCLUSIONES DEL ARTÍCULO TITULADO CARACTERIZACIÓN DE AGUAS RESIDUALES PORCINAS Y SU TRATAMIENTO POR DIFERENTES PROCESOS EN MÉXICO de Garzón-Zúñiga y Buelna, (2014), por parte de la Subcoordinación de Tratamiento de Aguas Residuales del IMTA, Instituto Mexicano de Tecnología del Agua México. (págs.14-23)

Lo anterior, se sostiene en la demanda de amparo, pone en evidencia que la responsable (Seduma) ha sido negligente y omisa al haber otorgado la Autorización de Impacto Ambiental a favor de la empresa “PRODUCCIÓN ALIMENTARIA PORCÍCOLA S.P.R DE R.L. DE C.V.”, toda vez que la autorización a la ligera de la construcción de la MEGA GRANJA PORCÍCOLA, sin allegarse de información científica disponible, sin cerciorarse que lo asentado por la tercera interesada en su Manifestación Impacto Ambiental en su Modalidad de General, fuera suficiente, veraz, confiable y apegado a la realidad, contraviene el estándar más alto de protección al derecho al medio ambiente sano.