Las autoridades universitarias en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, nuevamente, como en ocasiones anteriores, han reiniciado su campaña del manejo del miedo contra los activistas y contra la comunidad universitaria de nuestra Facultad; en esta ocasión están usando las redes sociales para realizar amenazas en contra de 9 estudiantes de la Facultad, quienes participan de manera constante en las asambleas [1].
No es la primera vez que lo hacen, desde la muerte del estudiante universitario Pavel González (2004) las autoridades empezaron a usar las amenazas de muerte y los volantes apócrifos, firmados por supuestos grupos clandestinos de ultraderecha o de ultraizquierda, para tratar de amedrentar a los activistas estudiantiles y evitar, ante su incapacidad manipuladora y el rechazo de la comunidad a sus abiertas posiciones de derecha, que la comunidad universitaria de nuestra Facultad participe en la asambleas y en las actividades que de ellas emanan.
Podríamos decir que sólo son volantes o publicaciones electrónicas que tienen el único objetivo de generar miedo en los activistas, sin embargo el uso de estos recursos tiene otros fines, el más importante es frenar la participación estudiantil en apoyo, en este caso, a la búsqueda de los desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa, la denuncia de la participación del Estado mexicano en estos hechos y, a la lucha por la justicia y el castigo a los responsables.
Estas acciones de la autoridad tratan, hasta ahora sin éxito, agudizar las contradicciones al seno del movimiento estudiantil; si bien en este tipo de coyunturas todo el activismo logra una unidad en la acción, incluso sobre sus divergencias políticas de grupo, el objetivo de las autoridades universitarias es claro; agudizar las siempre existentes contradicciones; que unos desconfíen de otros, que se pierda el tiempo especulando si es obra de otro grupo, de un sujeto de derecha desequilibrado o como lo es, una estrategia de las autoridades universitarias; el objetivo es que rompa la unidad temporal y coyuntural y con ello debilitar las iniciativas de movilización, en este caso concreto, en apoyo a la denuncia de los hechos de Ayotzinapa.
No podemos dejar de mencionar que estas acciones abonan al clima de criminalización, estigmatización y aislamiento en contra del movimiento estudiantil; este clima que genera el mismo Estado, permite que sus fuerzas represivas y grupos o personas afines a éste, agredan al movimiento estudiantil y a las organizaciones de derechos humanos que acompañan la lucha por justicia.
Les exigimos a las autoridades universitarias un alto a estas acciones, hijas del terrorismo de Estado que cometió las ejecuciones extrajudiciales y desaparición forzada en contra de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa; la investigación de dichas amenazas y la sanción académica y legal contra los responsables.
Comité Cerezo México
Premio Alemán de la Paz de Aquisgrán 2012