EDUARDO MEDINA MORA OBSTRUYÓ LA JUSTICIA EN EL CASO PASTA DE CONCHOS

• Su rechazo a la recomendación 64/2008 de la CNDH y sus omisiones abrieron la puerta a la impunidad y al no rescate de los restos de nuestros familiares.
• No extrajo de la reserva la averiguación correspondiente, no agotó las investigaciones ni investigó las irregularidades.
• Su incumplimiento benefició a Minera México, del millonario Germán Larrea.

Región Carbonífera de Coahuila, 04 de marzo del año 2015. El comportamiento como servidor público de Eduardo Medina-Mora Icaza en el caso Pasta de Conchos lo incapacita como impartidor de justicia y anula su pretensión de constituirse como miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues carece de la autoridad moral para la defensa y promoción de los derechos humanos de los mexicanos y mexicanas.

En 2008, cuando fungía como titular de la Procuraduría General de la República (PGR), el licenciado Eduardo Medina-Mora Icaza rechazó la Recomendación 64/2008 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en la que se concluyó el ejercicio indebido de la función pública y la existencia de violaciones a los derechos humanos de legalidad y seguridad jurídica, atribuibles a servidores públicos de la PGR, en perjuicio de los mineros del carbón fallecidos en la mina Pasta de Conchos y de sus familias.

Eduardo Medina-Mora dio la espalda, como Procurador de la República, a la lucha por el debido proceso en el caso Pasta de Conchos. De haber cumplido, se hubiera abierto una puerta al conocimiento de la verdad sobre lo sucedido y a la sanción de los responsables de la explosión, ya que la CNDH demostró que el Ministerio Público de la Federación, responsable de la averiguación previa 20/UEIDCSPCAJ/2007, no actuó con diligencia para la pronta, completa y debida procuración de justicia. Justo esta negligencia fue el argumento para la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el caso.

El hoy aspirante a ministro, propuesto por Enrique Peña Nieto, ni atendió la solicitud de la CNDH de extraer de la reserva la averiguación previa mencionada, ni agotó las diligencias de investigación pendientes que estaban a su alcance (planteadas por sus propios peritos en materia de incendios y explosiones), ni mucho menos investigó las irregularidades y omisiones en la práctica de los trámites necesarios para esclarecer los hechos.

De haber procurado la justicia a su tiempo, Medina-Mora hubiera podido llegar a la verdad de lo acontecido y se hubiera logrado el rescate de los restos de nuestros seres queridos. Además de la vulneración de nuestros derechos humanos por su incumplimiento, la dilación de la justicia abrió un compás para que la empresa Industrial Minera México, de manera unilateral, y cuando ya se habían recuperado dos cuerpos, cancelara las labores de rehabilitación de la mina y el rescate emprendido de los cuerpos de los mineros.

El rechazo de la recomendación por parte hoy candidato a la Suprema Corte Eduardo se tradujo en tres consecuencias atroces consignadas en este IX Memorial del siniestro del 19 de febrero del año 2006: primera, en la continuación de nuestro sufrimiento al no poder enterrar a nuestros muertos luego de 108 meses de la tragedia; segunda, en una increíble e infundada tolerancia hacia la empresa, responsable de la mayor tragedia minera de los tiempos recientes; y tercera, en propiciar la impunidad, hasta hoy, de los probables responsables.

Como Organización Familia Pasta de Conchos haremos saber estas consideraciones a los encargados de la designación de ministros al máximo tribunal del país: el Senado de la República, en la persona del senador Roberto Gil Zuarth, presidente de su Comisión de Justicia, y al resto de integrantes de la Cámara Alta.

A una voz, ¡Rescate YA!
Organización Familia Pasta de Conchos