2 de Marzo 2015, Colima, Colima, México
El día primero de marzo del año en curso, aproximadamente a las 18:30 horas, cuando la Misión internacional y nacional de observación sobre el caso Zacualpan se dirigía a dicha comunidad para entrevistarse con las autoridades legalmente constituidas, el gobierno del estado permitió el bloqueo de la carretera estatal correspondiente por parte de un pequeño grupo vociferante y agresivo, ligado al depuesto Carlos Guzmán, e impidiendo así la visita de la Misión.
Las autoridades estatales contaban con numerosos policías apostados en la carretera y sin intervenir en absoluto para hacer cumplir el derecho de libre tránsito, atestiguaron el bloqueo y las agresiones verbales y físicas a los miembros de la Misión. En tanto, numerosos integrantes de la comunidad de Zacualpan, en un acto de prudencia y de sensatez, se abstuvieron de desalojar por sus propios medios a quienes incurrían en la arbitrariedad de impedir el paso a su propia comunidad protegidos por la actitud omisa de las autoridades.
Cabe hacer notar que con anticipación suficiente, se dio aviso a las autoridades de que se llevaría a cabo dicha visita. La omisión de los actos de autoridad de la policía y del representante del gobierno del estado que se apersonó, demuestran fehacientemente su complicidad en contra de la decisión mayoritaria de la población de Zacualpan, que se ha opuesto sistemáticamente y en diversas instancias a la actividad minera en su territorio y también por el control del balneario Ojo de Agua.
Los integrantes de la Misión lamentamos la actitud facciosa del gobierno del estado al impedir el libre tránsito por la vía de interpuestas personas, no sólo de la Misión misma, sino el de los pobladores indígenas de la comunidad.
Para todos los miembros de la Misión se constata la impunidad con que el grupo minoritario ejerce ilegalidades y delitos federales con el apoyo y protección del gobierno estatal. En otras circunstancias y ante grupos de población que no le sean afectos, el gobierno no hubiera dudado en aplicar la ley, por lo que se evidencia la doble cara en el ejercicio del Estado de Derecho.
Nos queda claro que el problema básico no reside en una lucha interna en la comunidad, sino en el apoyo gubernamental a un grupo minoritario que le confiere impunidad a sus acciones delictivas.
La Misión intentó dialogar con quienes violan la ley y el libre tránsito y solicitarles una entrevista para escuchar sus puntos de vista sobre el conflicto, a todo lo cual se negaron. Su negativa al diálogo evidencia la falta de argumentos que justifiquen sus acciones ilegales y delincuenciales. Bajo la observación de la seguridad pública y de los representantes del gobierno del estado, la Misión recibió insultos y dos de sus miembros fueron sometidos a violencia física.
El gobierno del estado viola la autonomía del pueblo indígena y el resguardo de su patrimonio.
Consideramos que el factor esencial del conflicto es la pretensión de realizar actividades mineras, que conllevan graves, persistentes y múltiples efectos tóxicos, siguiendo la tónica de la ingeniería de conflictos manifiesta actualmente. Los integrantes de la Misión rechazamos a su vez la campaña de satanización y tergiversación que se ha desencadenado en contra de la Asociación Bios Iguana, cuando el desempeño de ésta es reconocido ampliamente en términos positivos por la mayoría de los comuneros y habitantes de Zacualpan.
Demandamos que el gobierno del Estado de Colima brinde a la brevedad las garantías suficientes y necesarias para el libre tránsito de la Misión en su visita a la comunidad de Zacualpan y suspenda de inmediato su actitud omisa en el cumplimiento de la Ley.
Responsabilizamos al gobierno del Estado y a las autoridades de la Federación por cualquier acto de violencia que resulte su omisión en la aplicación de la justicia.
MISION INTERNACIONAL Y NACIONAL DE OBSERVACION
SOBRE EL CASO ZACUALPAN