Tenosique, Tabasco, 19 de junio de 2020
Estimadas y estimados:
A razón de la situación de riesgo por la pandemia COVID-19, como muchas casas para migrantes, iniciamos un protocolo de atención ante dicha situación, procurando el bienestar y la salud de la población a la que le brindamos apoyo humanitario y de defensa de derechos humanos.
El 16 de marzo Guatemala anunció el cierre de sus fronteras terrestres entre otras y vimos, casi de manera inmediata, un parón, en las llegadas de personas migrantes y refugiadas por nuestra frontera. El 20 de marzo entró el vigor el decreto anunciado por el gobernador del Estado de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, y publicado en el Periódico Oficial del Estado, mediante el cual se establecen los lineamientos y medidas de protección para la población tabasqueña, ante la amenaza de la pandemia del COVID-19. En una reunión ese mismo día con el director de la Jurisdicción Sanitaria de Tenosique articulamos diferentes medidas de identificación y canalización de posibles casos. Manifestaron la necesidad de trabajar conjuntamente en romper la cadena de contagios.
Después de una reunión urgente del equipo de trabajo, decidimos que el domingo 22 de marzo La 72 debía iniciar un período de cuarentena, durante el cual nadie podría salir del albergue, excepto por causas justificadas o de fuerza mayor. Siguiendo nuestra línea de asistencia humanitaria, continuamos recibiendo a personas de la ruta migratoria, pero quedarían bajo aislamiento preventivo por 14 días en espacios separados de la Casa y sin contacto con el resto de la población. El flujo migratorio casi se paró por completo: menos de 15 personas llegaron en las dos últimas semanas y eran en su mayoría migrantes centroamericanos que retornaban del centro y norte de México hacia sus hogares.
Previo al inicio del aislamiento de La 72, elaboramos, con el apoyo del equipo de Médicos Sin Fronteras, un protocolo de actuación frente al Covid-19 con medidas preventivas (acceso a la información y reforzamiento de medidas de higiene), y en el que se incluían rutas de seguimiento sobre cómo atender a las nuevas llegadas y sobre cómo actuar ante un posible caso de Coronavirus.
Desde la Secretaría de Salud y la Jurisdicción Sanitaria de Tenosique se nos pidió que las personas con síntomas sospechosos de Covid-19, no fueran trasladadas a hospitales ni servicios de urgencias, sino que fueran aisladas de manera preventiva y notificáramos la situación al epidemiólogo quien nos daría instrucciones. Los casos confirmados con sintomatología leve quedarían en cuarentena domiciliaria en La 72 bajo nuestros cuidados. Por esta razón tuvimos que reacomodar y preparar varios espacios diferenciados para casos de aislamiento preventivo, casos de posible sintomatología y casos confirmado-leves. Con éstas y otras medidas implementadas, buscamos protegernos y romper la cadena de contagio del Covid-19.
El día 8 del presente mes, una persona presento síntomas de Covid-19, siguiendo el protocolo, tratamos de comunicarnos con el epidemiólogo del municipio, al no tener respuesta se le trasladó al hospital comunitario, en donde lo citaron para la prueba correspondiente al siguiente día, por razones ajenas a nuestra causa no se realizó dicha prueba hasta el día 10 de junio, el personal encargado de realizar la prueba informó a la compañera que acudió con el paciente que los resultados se entregarían vía telefónica en menos de 72 horas, en caso de ser positivo. Entendiendo que de no comunicarse el resultado sería negativo.
El 15 de junio, aún sin respuesta de la jurisdicción sanitaria, con la salud mental deteriorada por el aislamiento y mirando la notoria recuperación del paciente, tomamos la decisión de reintegrar a las actividades normales de la casa a la persona con hasta entonces sospecha de covid-19.
La noche del 18 de junio a las 21:00 horas, recibimos una llamada de la enfermera Ana Lidia Torres, personal del hospital comunitario, misma que al saber que no habíamos sido notificados del resultado positivo del paciente que albergamos en La 72, se mostró sorprendida. Al enterarnos de este resultado, inmediatamente se activó el protocolo.
Sentimos indignación por la manera negligente de manejar la situación por parte de la jurisdicción sanitaria, pues debido al retraso en la entrega de resultados y la instrucción recibida de parte del hospital, se puso en peligro la vida de 70 personas, entre las cuales hay población con problemas de salud que nos hace más vulnerables a este virus. Exigimos de manera inmediata las pruebas de Covid-19 para todas las personas que nos encontramos viviendo en La 72, que ahora somos considerados casos sospechosos de Covid-19.
La 72, hogar – refugio para personas migrantes