“Hoy hay barra libre” indicó un elemento de la policía a sus compañeros mientras señalaba a las jóvenes detenidas violenta y arbitrariamente el pasado 25 de noviembre en Mérida, en el contexto de la manifestación contra la violencia hacia las mujeres. En el trayecto hacia los separos las jóvenes fueron insultadas, vejadas, pisadas, sometidas a tratos crueles y amenazadas mientras la camioneta transitaba a toda velocidad.
Detenciones arbitrarias, violentas e ilegales, insultos, amenazas, tocamientos en partes íntimas, jaloneos, burlas y golpes así como los tratos crueles, inhumanos y degradantes perpetrados por elementos de la policía estatal contra 6 mujeres jóvenes y una adolescente en el contexto de la manifestación contra la violencia hacia las mujeres el pasado 25 de noviembre constituyen graves violaciones a los derechos humanos y constitucionales y se denunciaron hoy ante la Comisión de Derechos Humanos (Codhey), ante el órgano de control de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y ante el Gobierno del Estado.
“A ver si se les quitan las ganas de andar protestando, pendejas”, les grita otro elemento. “Si no se callan me las voy a chingar” “Si queremos aquí las aventamos y nadie va a saber dónde quedaron”. Los testimonios de las jóvenes recogen éstas y otras amenazas, gritos insultos y agresiones cometidas por integrantes de la policía estatal de Yucatán. Por las amenazas recibidas se están solicitando medidas cautelares a la Codhey.
Una menor de edad fue esposada a pesar de que la Ley Nacional del Sistema de Justicia para adolescentes expresamente indica a los cuerpos policíacos evitar hacerlo y a pesar de que ella señalaba que era menor de edad. También sufrió intento de ahorcamiento de acuerdo con su testimonio y el de sus compañeras.
Los malos tratos, jaloneos y golpes durante la detención y el traslado provocaron una amenaza de aborto en una compañera embarazada, lo cual consta en el informe médico, así como ataques de asma y ataques de pánico entre otras jóvenes a quienes intentaron detener con violencia.
“Una mujer policía me apretó el pezón”. “Sentí que estaba sangrando. En el hospital me confirmaron amenaza de aborto”. “Los policías nos gritaban: a ver si se van a querer seguir puteando en las marchas, deberían estar en sus casas, pendejas” “Me obligaron a darles la contraseña de mi celular y de mis redes y se metieron para borrar videos” son los testimonios que las jóvenes presentan en su denuncia y que consideramos parte del hostigamiento, intimidación así como del maltrato verbal y sicológico infligido a las detenidas y que demuestra la intención de reprimir precisamente la protesta.
La criminalización de que fueron objeto tanto en el momento de la detención, como posteriormente a través de un comunicado de la propia Secretaría de Seguridad Pública constituye una grave e inaceptable práctica, es violencia institucional y constituye también una prueba de la detención arbitraria e ilegal al no establecer una causa fundada para la detención, sino una especie de “detención preventiva” basada en la imaginación y prejuicios de las y los agentes de la policía estatal.
El mencionado comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública señala como instrumentos peligrosos y objetos punzocortantes tijeras escolares y pinturas que sirven para pintar camisetas y señala que sólo una de las detenidas es yucateca, lo cual es información irrelevante para la detención pero que lamentablemente contribuye a generar un ambiente hostil y resulta en discriminación.
Las graves violaciones a derechos humanos perpetradas por la policía estatal son más graves porque las detenciones arbitrarias se cometieron en el contexto de una manifestación, es decir, en el contexto de ejercicios de derechos que tienen que ser respetados y protegidos por las autoridades.
Son más graves porque las violaciones a los derechos humanos se perpetraron en el contexto de una manifestación contra la violencia hacia las mujeres.
Son más graves porque también se detuvo a una adolescente.
Son más graves porque durante el trayecto las compañeras fueron maltratadas y sometidas a tratos crueles y degradantes, que incluyeron violencia física, tocamientos sexuales así como cuestionamientos y descalificaciones al derecho a manifestarse de parte de policías, de acuerdo con testimonios de las compañeras detenidas.
Son más graves porque se les mantuvo incomunicadas durante varias horas.
Son más graves porque todas las violaciones las cometieron servidores y servidoras públicas, cuya función debiera ser proteger los derechos y la integridad de las personas.
La Comisión de Honor de la Secretaría de Seguridad Pública es el órgano facultado para imponer sanciones a los policías que incumplen con los principios, leyes y reglamentos que regulan su actuación, entre otros respetar los derechos humanos, abstenerse de ordenar o realizar la detención de persona alguna sin cumplir con los requisitos previstos en los ordenamientos constitucionales y legales aplicables” y “Velar por la vida e integridad física de las personas detenidas” (artículo 40 de la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública y 4 de la Ley Estatal respectiva).
Las compañeras han presentado una queja ante la Comisión de Derechos Humanos y solicitado medidas cautelares.
El equipo Indignación está denunciando estos hechos, que fueron públicos, ante el órgano de Control de la Secretaría de Seguridad Pública, solicitando inicie de oficio un procedimiento y exigiendo al Gobierno del Estado una explicación pública, medidas de no repetición e instruir al Secretario de Seguridad Pública para que inicie también, desde asuntos internos, el procedimiento disciplinario respectivo ante la Comisión de Honor de la SSP.
Mérida, Yucatán, 6 de diciembre de 2019
Equipo Indignación A.C.
Unidad de Atención Sicológica, Sexológica y Educativa A.C. (UNASSE)
Compañeras detenidas y compañeras que sufrieron intento de detención en el contexto de la marcha 25N en Mérida, Yucatán