Ciudad de México, 12 de noviembre de 2019. Ante el anuncio realizado hoy por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en el sentido de que se realice una “reposición” de la tercera votación de la terna aprobada por las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Justicia, desde #CNDHAutónoma, #FiscalíaQueSirva y #SeguridadSinGuerra expresamos la necesidad de que se brinde certeza jurídica y política a un proceso que ha sido sumamente cuestionado.
En este sentido queremos ser claras al señalar que una “reposición” de la tercera votación no es suficiente.
Hemos insistido en la relevancia de garantizar no sólo la legalidad de esta importante designación para la vigencia de los derechos humanos del país, sino la legitimidad de la misma, que en términos de los Principios de París (estándar internacional para las Ombudsperson) es fundamental para el adecuado desempeño de sus funciones.
Por ello, consideramos que no debe haber una decisión de índole exclusivamente política para dirimir esta controversia, pues aún es necesario que el Senado funde y motive la idoneidad de su elección. Es decir, que se tiene que dar cuenta de las inconsistencias encontradas y las personas responsables de las mismas. De igual forma, se hace fundamental que se formule una nueva terna con base en lo establecido en el artículo 10 de la propia Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), pues por sí misma la tercera votación contravenía este ordenamiento legal.
Queremos enfatizar que la grave crisis de derechos humanos que atraviesa el país requiere que uno de los máximos órganos para su protección se vea fortalecido, a partir de brindar la legitimidad de origen que necesita la figura de la Ombudsperson. De lo contrario, esta designación será una oportunidad perdida independientemente de la idoneidad de la persona designada.
La persona electa no sólo tiene que serlo de manera legal, sino que tiene que brindar una apariencia clara de idoneidad, independencia y autonomía. Este es el momento adecuado de dar a conocer las evaluaciones hechas de las candidatas y candidatos que desde la convocatoria se estableció serían vinculantes.
Si no subsana plenamente las malas prácticas y vicios del proceso, el Senado incumplirá su responsabilidad con las víctimas y el pueblo de México. Es manifiesta la urgencia de repensar los procedimientos que siguen las designaciones, para dar paso a verdaderos esquemas que garanticen transparencia, participación, deliberación pública e idoneidad de los perfiles elegidos.