El día de ayer, miembros del Grupo Mayor de Mujeres de Sociedad Civil de Naciones Unidas, en un gesto de solidaridad, se manifestaron frente al edificio de la Organización de las Naciones Unidas con sede en Nueva York para expresar su indignación y rechazo ante los asesinatos de IbesTrujillo, Juan de Jesús Moreno, Luis Davis y Roberto Jaraba, personas defensoras de derechos humanos y líderes sociales en Colombia.
Los actos de violencia contra defensoras y defensores de derechos humanos no sólo afectan las garantías propias de todo ser humano, sino que atentan contra el rol fundamental que cumplen en la sociedad y generan un efecto amedrentador y disuasivo de la labor de defensa de los derechos humanos.
Dichos actos perjudican además a todas aquellas personas para quienes trabajan, dejándoles en un estado de mayor vulnerabilidad y sumiéndolos en una situación de indefensión.
El Estado colombiano debe tomar acciones urgentes para investigar los actos de violencia contra las personas defensoras y sancionar a los responsables materiales e intelectuales, así como para prevenir agresiones y ataques en su contra.