Ayotzinapa: Responsabilidad del Estado

Compañeras, compañeros. Estamos de nuevo en esta plaza y somos miles los que acudimos, somos miles los que nos hemos reunido, somos miles, los que hemos salido de nuevo a la calle. Desde Oaxaca hasta Baja California, desde Guadalajara hasta Chiapas, desde Santiago de Chile hasta Barcelona, desde Ayotzinapa hasta el zócalo de la Ciudad de México, somos miles que volvemos a decir ¡VIVOS SE LOS LLEVARON!, ¡VIVOS LOS QUEREMOS!

Hoy, como desde hace un mes, somos miles, millones los que exigimos la presentación con vida de los desaparecidos, que exigimos justicia y castigo a los culpables, que salimos a apoyar a las Normales Rurales de este país y su proyecto histórico, así como a los familiares de los 43, aquí presentes, que son un ejemplo de entereza, lucha, resistencia y dignidad. A los familiares y los estudiantes normalistas, les llega un mensaje de todo el país y el mundo ¡NO ESTÁN SOLOS!; de las voces diversas, múltiples ha surgido un reclamo, una exigencia, un grito que nos une a todas y todos: ¡JUSTICIA!

Salimos a acompañar a quienes han sido directamente reprimidos y a los familiares de asesinados y desaparecidos. Salimos de todas partes del país, de todos los sectores, de todas las escuelas, de todos los centros de trabajo, de todos los estados y de innumerables ciudades del mundo porque Ayotzinapa y la desaparición de los 43, simbolizan el desastre humano, político y económico que vive este país. Estamos aquí por solidaridad, apoyo y demanda de justicia, pero también porque Ayotzinapa ha desbordado los límites; Ayotzinapa simboliza cómo se gobierna este país, Ayotzinapa ha cruzado un umbral de represión, violencia, corrupción e impunidad sin límites que se vive en Iguala, en Guerrero, pero también a lo largo y ancho de todo México.

Estamos aquí, porque la guerra y violencia que vivimos, la represión que sufrimos, la impunidad con que se nos gobierna han rebasado sus límites. Si estamos hoy aquí es porque queremos decir YA BASTA! Porque queremos gritarles a los poderosos ¡ESTAMOS HASTA LA MADRE!. YA BASTA! YA BASTA DE LA GUERRA que con el pretexto del narcotráfico nos imponen YA BASTA de la represión política que recorre todo el país! YA BASTA de impunidad y corrupción que corroe a todas las estructuras del Estado mexicano! YA BASTA! de un modelo económico grotesco que hace más ricos a quien más tiene y que hace más pobre a los de abajo! YA BASTA de malos gobiernos! YA BASTA!

Estamos en esta plaza para señalar con todas sus letras al ESTADO MEXICANO como responsable de lo sucedido en Ayotzinapa. Algunas voces se apresuran a exculpar a gobiernos e instituciones. Algunas voces se apresuran a declarar como grave, pero excepcional, el caso de Ayotzinapa. Algunas voces piensan e interpretan a Ayotzinapa como un acontecimiento local, debido a la corrupción de un alcalde y de un grupo de sicarios en particular. Esas voces se equivocan o mienten para ocultar y evadir.

Ayotzinapa no hubiera sido posible si no existiera una política de desmantelamiento contra las normales rurales de este país. Una política neoliberal en la educación, que ha traído aparejada la represión y persecución del proyecto normalista. Pareciera que quisieran que olvidáramos que fueron los gobiernos federal y estatales quienes empujaron en los últimos años dicha política de desmantelamiento y represión. Pareciera que quisieran que olvidáramos que en 2011 murieron a manos de las policías del estado dos estudiantes de la misma escuela normal en Guerrero.

Ayotzinapa no hubiera sido posible si no hubiera existido una política represiva, anclada en el autoritarismo y régimen clientelar, caciquil y corrupto que aún vive el Estado de Guerrero. Para los pueblos que resisten hubo detenciones, órdenes de aprehensión y represión policiaca. Para muchos más en Guerrero hubo ejecuciones extrajudiciales y desaparición. En Guerrero se vive un estado antidemocrático y represivo que concentra el poder en manos autoritarias con apariencia simuladora de democracia electoral.

Pero además, es necesario recordar que fueron policías, no narcotraficantes quienes se llevaron a los estudiantes. Fueron policías y no desconocidos quienes se llevaron a nuestros estudiantes. Fueron autoridades locales, de partidos políticos nacionales quienes dieron la orden de llevárselos, no los grupos criminales. Y fueron partidos e instituciones quienes toleraron por acción o por omisión, a políticos y empresarios ligados al crimen organizado que dieron la orden de llevárselos.

Y si se los llevaron es porque en Guerrero se acostumbra la represión como forma de hacer política. Se acostumbra la impunidad como manera de silenciar. Se acostumbra la arbitrariedad y las violaciones a los derechos humanos como forma de gobierno. Se acostumbra el nepotismo, las redes familiares de poder e incluso el autoritarismo del gobernador, o de los alcaldes como respuesta a la movilización y protesta popular. Pero estando aquí, les preguntamos a todas y todos si lo que pasa en Guerrero no se repite en todo el país. Si la impunidad no es cosa de Iguala sino de todo México. Si el autoritarismo y el despotismo no se repite de gobernador en gobernador. Si lo que hizo posible a Ayotzinapa no se repite en todos los rincones, en todas las estructuras, en todas las instituciones. Ayotzinapa no es un problema local de seguridad por el crimen organizado, sino la expresión más aguda de la crisis y descomposición del Estado mexicano. Ayotzinapa no es sólo un problema más de violencia desmedida de grupos criminales sino que representa, la penetración y colusión de esferas del Estado por el narcotráfico y otros grupos del crimen organizado.

Desde esta plaza, desde el corazón del país, desde el zócalo de la ciudad de México, declaramos que, debido a la política neoliberal de desmantelamiento del normalismo, por el estado represor e impune que se vive en Guerrero, y por la colusión y penetración evidente del crimen organizado en esferas institucionales del Estado, AYOTZINAPA ES RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MEXICANO y exigimos JUSTICIA.

Compañeros, compañeras, tenemos que mantenernos en las calles hasta que los 43 aparezcan. No debemos abandonar las calles hasta que se haga justicia. Pero no debemos abandonar la calle hasta que el Gobierno Federal se comprometa a respetar y fortalecer al proyecto del normalismo rural. NO debemos descansar hasta que aparezcan nuestros estudiantes. No debemos descansar, sin embargo, hasta obligar a los poderosos a que nuestro país cambie para que Ayotzinapa nunca más vuelva a suceder. Ayotzinapa nunca más! Nunca más un desaparecido, nunca más la represión, nunca más la ejecución extrajudicial. Nunca más la impunidad, la corrupción, el autoritarismo, las manos del gobierno unidas a las de los grupos criminales. NUNCA MÁS.

Pero para que haya verdadera justicia y que Ayotzinapa nunca más se repita debe terminar la guerra y violencia que en México se ha desatado en forma de muerte generalizada, desaparición forzada y militarización que es la que en realidad gobierna México. Debe detenerse ya esta masacre. Debe terminarse y debemos hacerla terminar. La clase política toda, gobierna en tranquilidad mientras nuestros hijos desaparecen, mientras nuestros amigos son asesinados, mientras los errores y daños colaterales del Ejército provocan muertes a diario. La clase política duerme tranquila mientras a diario un feminicidio se realiza, mientras una desaparición, una extorsión, un asesinato se lleva a cabo. Debe detenerse esta barbarie, debemos hacerla detenerse.

Para que Ayotzinapa no se repita debe detenerse la impunidad, la corrupción y que haya verdadera justicia. La clase política toda, gobierna en normalidad mientras la corrupción desde los policías de tránsito hasta las grandes concesiones de proyectos están plagadas de ilegalidad o de simulación de legalidad; la clase política gobierna en normalidad mientras somos extorsionados, mientras que acudir a la justicia y a los cuerpos policiacos es despropósito, mientras sufrimos a diario a los gobernantes y sus excesos y autoritarismos; y como en Guerrero, lo que pierden es el cargo, pero nunca la libertad como responsables criminales o incapaces, responsables directos de la crisis de todas las instituciones. La clase política hoy no puede responder hasta donde el Estado está coludido con los grupos criminales. ¿cuántos Abarca hay en todos los municipios de país? ¿cuántos Abarca hay en los partidos políticos? ¿cuántos Abarca hay en los gobiernos estatales, en las policías, en el ejército, en las instituciones de justicia? La clase política toda tiene un problema enfrente ¿cómo va a demostrar y hacer creíble que no está lleno de Abarcas en sus filas? Esta crisis, esta descomposición debe detenerse, debemos hacerla detenerse.

Para que Ayotzinapa no se repita, la represión con motivos políticos que se extiende por todo el país debe terminar como política de Estado. Deben liberarse a los presos por luchar de todo el país, deben terminar las detenciones y encarcelamientos, debe terminar la represión, debemos hacerla terminar.

Para que Ayotzinapa no se repita, sin embargo, debe cambiar el modelo económico de este país y debe cambiar el régimen político que nos desgobierna hoy. La guerra que vivimos además de una guerra del crimen organizado para repartir sus mercancías y sus productos ilegales, es una guerra del Estado contra los pueblos, por la tierra el territorio y los bienes comunes naturales; es una guerra contra los trabajadores y sus derechos. Esta triple guerra debe detenerse, debemos hacerla detenerse.

Es por ello, compañeras, compañeros, que queremos proponerles a todas y todos que nos preguntemos si nuestra lucha además de mantenernos en la calle con nuestra exigencia central y principal de aparición con vida de nuestros estudiantes, debe, además, comenzar a organizar y organizarnos, a debatir si nos reunimos y luchamos por cambios profundos que impidan que Ayotzinapa se repita.

Estas afirmaciones que aquí planteamos son el resultado de una discusión colectiva, y desde esa reflexión llamamos a todas y todos quienes se han movilizado en todo el país, a todos aquellos también que sin salir a la calle comparten nuestro grito AYOTZINAPA NUNCA MÁS a discutir cuatro grandes temas que nos unan en la diversidad y en la lucha por terminar con esta barbarie en que se ha convertido nuestro país, nuestro México. Llamamos a discutir en cada escuela, en cada barrio, en cada centro de trabajo o también en sus familias, con sus amigos, en sus pueblos y comunidades, los siguientes puntos:

○ AYOTZINAPA NUNCA MÁS: ¿Cómo detener la masacre, la guerra y la violencia?
○ AYOTZINAPA NUNCA MÁS: ¿Cómo parar la impunidad y la corrupción que nos gobierna?
○ AYOTZINAPA NUNCA MÁS: ¿Cómo detener la represión política y la criminalización de la protesta?
○ AYOTZINAPA NUNCA MÁS: ¿Cómo es que el modelo económico y el régimen político intervienen en esta tragedia?

Compañeras, compañeros, este mes desde todas nuestras voces, ha surgido un grito de dolor e indignación. Nuestras rabias se han reunido en la calle y en cientos, miles de acciones de solidaridad y esperanza. La desaparición de nuestros 43, duele profundo, duelen como duele el país, duelen de frustración pero también de un grito que nos une. Estas semanas el país ha vuelto a ponerse en pié: Ayotzinapa ha desnudado al poder. Ayotzinapa ha mostrado el desastre y la barbarie en la que vivimos. Pero también Ayotzinapa ha reunido a los diversos, a los pueblos, multitudes y movimientos que juntos queremos detener esa barbarie. Que juntos queremos que Ayotzinapa no se repita nunca más, que juntos gritamos que nos regresen a los 43 que hoy son símbolo de lucha e indignación. Ayotzinapa nos ha reunido en el dolor pero también en la esperanza. Salgamos a la calle a discutir cómo detenemos esta barbarie, salgamos a discutir los cuatro ejes de lucha, salgamos a exigir que nos regresen a nuestros desaparecidos, salgamos a luchar y organizarnos para que en este país, Ayotzinapa nunca más se repita.

VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS
AYOTZINAPA SOMOS TODAS Y TODOS
JUSTICIA, CASTIGO A LOS ASESINOS