Los agravios cometidos contra el pueblo de Chablekal hace dos años, cuando fuerzas de la policía estatal de Yucatán ingresaron al poblado, lanzaron gases lacrimógenos, detuvieron arbitraria y violentamente a vecinos, allanaron la iglesia y obstaculizaron el trabajo de documentación de derechos humanos, permanece impune.
Estos abusos se cometieron contra cientos de pobladores de Chablekal que salieron a defender a un abuelo de 95 años que estaba siendo víctima de un desalojo que los vecinos consideraron injusto y abritrario.
Don Salvador falleció hace apenas unos meses, el 24 de noviembre pasado, sin ver la justicia. Aunque el 3 de mayo de 2016 la comunidad impidió el desalojo, una de sus hijas se lo llevó a vivir con ella para protegerlo y evitar que pudiese vivir nuevamente alguna situación similar.
A pesar de que los pobladores de Chablekal interpusieron denuncia en la Fiscalía, a pesar de que el hecho fue público y seguido por personas y organizaciones del pueblo, del Estado y de México, a pesar de que integrantes de Indignación también denunciaron los hechos y otros agravios como la detención de dos integrantes, golpes a un compañero y el robo de la cámara de video a una compañera que documentaba las agresiones de la policía, hasta hoy no se ha sancionado a nadie.
La Comisión de Derechos Humanos emitió una recomendación por estos hechos, pero la emitió casi un año después y, aunque acreditó violaciones al Derecho a la Libertad Personal, a la Privacidad, a la Integridad y Seguridad Personal, así también de Niñas, Niños y Adolescentes, no catalogó la tortura ni los tratos crueles, inhumanos y degradantes ni señaló a todos los responsables ni dirigió la recomendación al Gobernador del Estado.
Tampoco se refirió adecuadamente a las detenciones arbitrarias ni calificó el ataque contra defensores.
Una recomendación como la emitida por la Codhey resulta lamentable pues podría justificar en el futuro operativos similares
El equipo Indignación y vecinos de Chablekal impugnamos esta recomendación ante la CNDH, impugnación que fue aceptada pero que no ha sido resuelta aún.
Los abusos de la policía estatal y de policía municipales, con frecuencia torturas y tratos crueles, han sido documentados por el equipo Indignación en este y en otros casos pero todos permanecen impunes.
Sin referirse a la tortura y a los abusos, el gobernador Rolando Zapata en su último informe ofreció profesionalizar a los cuerpos policíacos lo cual resulta inocuo si no va acompañado de justicia, señalamiento de los responsables, sanciones adecuadas, reparación del daño y garantías de no repetición.
Lamentable e inexplicablemente el gobernador Rolando Zapata ha sido tolerante con los abusos, la tortura y los agravios contra la población.
El caso de los abusos contra el pueblo de Chablekal y la tortura contra algunos de los detenidos está incluido en el informe Falsas Sospechas de Amnistía Interncional, que se presentó en Mérida el pasado 15 de noviembre.
En ese informe se incluye también el caso de la detención arbitraria contra un niño maya en una localidad de Chemax, torturado por la policía de ese municipio.