A 43 meses de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en el estado de Guerrero/México el crimen a los normalistas todavía no ha sido aclarado. El destino y el paradero de los 43 estudiantes siguen siendo desconocidos. Hasta la fecha, ninguno de los culpables ha sido condenado. El gobierno mexicano sostiene a la fecha su versión de los hechos, también conocida como “verdad histórica”, a pesar de que muy probablemente fue construida a base de declaraciones obtenidas bajo tortura.
En vista de las próximas elecciones presidenciales a realizarse el primero de julio de 2018 los familiares de los estudiantes temen que se le de cierre al caso Ayotzinapa sin que éste haya sido aclarado en toda su extensión y sin que se descubra la verdad sobre el paradero de los estudiantes.
En solidaridad con los familiares de los estudiantes y con las víctimas de desaparición forzada en México se llevarán a cabo el día de hoy manifestaciones y acciones en todo el mundo. También organizaciones miembros de la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México participan en la acción global, entre ellas la Iniciativa México-Colonia/Bonn (en cooperación con ¡Alerta! Düsseldorf) así como Pacta Servanda e.V. y la Oficina Ecuménica por la Paz y la Justicia en Múnich.
Juntos exigimos
Información de trasfondo:
En la noche del 26 de septiembre de 2014 los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa se encontraban a bordo de autobuses cuando fueron detenidos y atacados a tiros por la policía local en Iguala, una ciudad en el estado de Guerrero. En los ataques murieron 6 personas, 40 fueron heridas de gravedad y 43 estudiantes fueron víctimas de desaparición forzada.
Pocos meses después el entonces procurador general de la república declaró el caso Ayotzinapa resuelto: los estudiantes habrían sido detenidos por la policía local y entregados a una banda de criminales quienes los habrían asesinado y sus cuerpos incinerado en el basurero de Cocula.
Esta versión de lo acontecido a los estudiantes, conocida como la “verdad histórica”, fue refutada en 2015 por científicos forenses independientes (Equipo Argentino de Antropología Forense, EAAF) y declarada científicamente insostenible. En 2016, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), encargado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para investigar el caso, presentó su segundo informe. En éste el GIEI señaló graves errores en las investigaciones tales como fallas en el resguardo de pruebas, sustracción de las mismas y el uso de la tortura.
Un informe recientemente publicado por la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) lo ha confirmado nuevamente. Con base en el análisis de los casos de 34 personas procesadas, la ONU-DH cuenta con fuertes elementos de convicción de que dichas personas habrían sido sometidas a tortura, así como a otras violaciones de derechos humanos.
El GIEI también reveló en su informe una posible explicación para la represión extremadamente violenta de la policía contra los estudiantes y la naturaleza masiva del ataque: En uno de los autobuses podrían haber estado escondidas drogas ilegales. Había indicios de que el cártel de Guerreros Unidos usaba autobuses públicos para el trasiego de drogas desde Iguala a Chicago. Hasta ahora no se ha investigado en esta dirección.
El 12 de abril de 2018, el periódico mexicano Reforma publicó un informe que revela que hubo un intenso intercambio de mensajes de telefonía entre presuntos criminales en Chicago e Iguala durante la noche de la desaparición forzada de los estudiantes y en los días siguientes. En los SMS, se dieron instrucciones en lenguaje codificado y se intercambió información. Estos mensajes confirman nuevamente que la “verdad histórica” es insostenible y corrobora que el GIEI tenía razón respecto a la necesidad de agotar la línea de investigación relativa al trasiego de droga de Guerrero a Chicago en autobuses de pasajeros.
Para los familiares de los estudiantes todo esto es agobiante y retraumatizante. Ellos no quieren una “verdad” fabricada bajo tortura. Lo que quieren es finalmente saber con certeza lo que de hecho ocurrió en la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Quieren sobre todo a sus hijos de vuelta.
Ayotzinapa no es un caso único. En México hay según datos oficiales al menos 35.400 personas desaparecidas.