Fraymatías | Un niño mexicano permanece detenido dos semanas en el Centro de Detención Migratoria de Tapachula
- El niño de 11 meses de edad fue detenido arbitrariamente junto a la madre y al padre de origen hondureño, desde el 8 de febrero de 2017.
- El Instituto Nacional de Migración había deportado anteriormente al niño y sus padres en una ocasión, y ahora exigía el pago de una multa para obtener su libertad y evitar una segunda deportación.
- La familia exige justicia y reparación integral del daño ante el maltrato y la vulneración a sus derechos humanos.
En el día miércoles 22 de febrero pudo liberarse una familia completa, detenida por el Instituto Nacional de Migración durante quince días en la llamada “Estación Migratoria Siglo XXI” de Tapachula. La familia está formada por la madre L.S., hondureña de 21 años de edad, el padre J.A., también hondureño con 20 años, y el niño A.G. que es de nacionalidad mexicana, nacido en el estado de Coahuila hace 11 meses.
La familia decidió huir de Honduras en mayo de 2016 y consiguió establecerse en el norte de México tras varios intentos frustrados, un accidente en el tren donde viajaron, episodios de maltrato por parte de cuerpos de seguridad del estado, y un secuestro por parte del crimen organizado que concluyó precisamente porque la madre inició sus labores de parto. De este modo nació A.G. en marzo de 2016, reconocido inmediatamente como nacional de México en su partida de nacimiento.
Sin embargo, en octubre de 2016, tras un control migratorio, agentes federales de migración les interceptaron, y sin reconocer la nacionalidad del niño les detuvieron y trasladaron al centro de detención migratoria de Acayucan, desde donde fueron deportados a Honduras, vulnerando los derechos y el principio de Interés Superior del niño, y negándole a la familia la posibilidad de regularizarse por unidad familiar.
En febrero de este año la familia se internó de nuevo a México para poder recuperar su vida en Coahuila, pero esta vez la detención se produjo en plena frontera sur, de modo que fueron ingresados en el centro de detención que el INM mantiene en Tapachula. El niño mexicano fue privado de libertad con sus padres por segunda vez en una estación migratoria y de nuevo se les intentó deportar, esta vez estando la madre embarazada de siete meses.
El proceso de deportación fue interrumpido al detectar el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova la situación, advertir a la autoridad sobre la presencia de un niño de nacionalidad mexicana en el centro y demandar la liberación de la familia para además proceder a su regularización, exigencia que se cursó tanto al Instituto Nacional de Migración como al Juzgado Primero de Distrito en Tapachula mediante juicio de amparo indirecto, denunciando además el deterioro del estado de salud del niño y el riesgo para el embarazo de la madre.
Finalmente el INM no accedió a liberar a la familia hasta que no se completara el pago de dos multas de 1,601 pesos cada una, impuestas como sanción por ingresar al país de forma irregular, poniendo así por encima el interés por cobrar las multas y por cumplir el trámite burocrático, al de respetar los derechos de un niño mexicano detenido arbitrariamente. A pesar de la injusticia la familia accedió a pagar la multa para aliviar el sufrimiento del encierro del niño y fueron puestos en libertad el pasado 22 de febrero, tras quince días de detención y riesgo de deportación.
La madre y el padre de A.G., dado el abuso de autoridad cometido contra ellos y su hijo, exigen que se reconozca la vulneración de derechos que se ha perpetrado, que se haga justicia y se repare el daño, por lo que se disponen a interponer acciones legales por el maltrato recibido y el irrespeto al Interés Superior del Niño, así como por la imposición de las multas.
El CDH Fray Matías de Córdova también quiere recordar que tan solo durante el año 2016 el gobierno de México a través de su INM, detuvo a 40.542 niños, niñas y adolescentes de los cuales el 84% fueron finalmente deportados, es decir 34.056
