Juicio Político a Raúl Plascencia, presidente de la CNDH

Artículo de opinión del IMDHD, por Edgar Cortez

Edgar Cortez

30 de Septiembre de 2014

El pasado 24 de septiembre un grupo de más de ciento veinte personas y organizaciones civiles presentaron ante la Secretaría General de la Cámara de Diputados una demanda de juicio político en contra de Raúl Plascencia actual presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDHI). Personalmente y la institución de la que formo parte, Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), impulsamos esta iniciativa y eso obliga a dar cuenta de por qué pedimos tal cosa.

Lo primero es que la demanda tiene una naturaleza netamente ciudadana, no está ni estará involucrado legislador alguno como parte de la solicitud. La Cámara baja ha recibido la petición y las legisladoras y los legisladores deberán darle tramité, y en ese proceso veremos cuan comprometidos están con los derechos humanos de los ciudadanos.

Una pregunta obligada es ¿por qué recurrir al juicio político para llamar a cuentas a quien encabeza un órgano autónomo por mandato constitucional? Primero, porque un organismo autónomo también está obligado a rendir cuentas y segundo porque no existen otras formas de hacer que el Presidente de la CNDH sea sometido al escrutinio público, entonces una posible vía es el juicio político.

El artículo 109 de la Constitución establece los alcances del juicio político en los siguientes términos. “I. Se impondrán, mediante juicio político, las sanciones indicadas en el artículo 110 a los servidores públicos señalados en el mismo precepto, cuando en el ejercicio de sus funciones incurran en actos u omisiones que redunden en perjuicio de los intereses públicos fundamentales o de su buen despacho.”

Luego de la presentación de esta demanda el presidente de la CNDH respondió en una conferencia de prensa diciendo que dicho juicio “es una estrategia de ‘guerra sucia’ para desacreditar su gestión y colocar frente al organismo a un candidato afín a dichas agrupaciones o surgido de ellas”

Nada más alejado de la realidad. Lo que sí se pretende es que el Congreso revise y determine en qué medida Raúl Plascencia ha realizado actos u omisiones que perjudican los derechos humanos, lo cual es un asunto de interés público y de primera importancia. Nadie de quienes formamos parte de esta iniciativa ansía quedarse con la presidencia de la CNDH, pero si aspiramos a que la institución se coloque al lado de las víctimas y muestre una vocación transformadora de lo que actualmente sucede en el país en materia de derechos humanos.

El titular de la CNDH presenta anualmente un informe de labores al Congreso, al Ejecutivo y ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Estos informes son meros formulismos pues nunca se revisa de manera pormenorizada el desempeño de la Institución. Por lo tanto, la solicitud de juicio político es una llamada paraque se haga una auténtica rendición de cuentas y el resultado determine si el actual presidente tiene méritos para ser ratificado o es indispensable un cambio tanto de su titular como del funcionamiento de toda la institución.

Ojalá que quienes están obligados a vigilar a la CNDH cumplan con esa tarea de manera responsable y no permitan que se deteriore aún más. Ese es el llamado que hemos hecho mediante nuestra demanda de juicio político.